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The Last of Us: Probamos el juego de aventura y supervivencia del año

Maria Baeta

Maria Baeta

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Estás cerca, muy cerca de este antiguo garaje que te dará cobijo, que será tu refugio aunque sea solo para unos pocos días. Tú y tus compañeras estáis a salvo… O eso crees.  Justo cuando te dispones a subir la persiana os sorprende un infectado a punto de abalanzarse sobre la pequeña Ellie. Quieres liberar a tu amiga de las garras de este desalmado, pero a lado y lado debes lidiar con los que otrora fueron amables conciudadanos y, ahora, monstruos sedientos de sangre.

¿Disparar con la pistola? Quizás te libraras de ellos, pero a la vez atraerías a otros tantos monstruos hacia tu posición ¿Dar un golpe con el bate? Para acabar con los dos que te rodean, quizá, pero el que está acosando a tu compañera requerirá algo más que un golpe en la cabeza para dejar de ser un problema…

Lo que te acabo de relatar es una situación muy habitual en The Last of Us. Lo último de los creadores de la saga Uncharted es un survival horror en toda regla, pero con una profundidad dramática poco habitual en este género. Un nivel de 45 minutos me ha bastado para comprobar que estamos ante un éxito casi seguro en PS3, y es que si bien se trata de un título lineal, su intensidad y sus increíbles gráficos lo convierten en una experiencia que merece la pena.

Recorrer la ciudad no es fácil

En las entrañas de Boston

La demo que Sony nos ha mostrado corresponde a la zona del juego que transcurre en Boston, ciudad inicial de la historia de The Last of Us. En tu aventura por sus calles controlas a Joel, que está acompañada por Ellie, la adolescente coprotagonista del juego, y por Tess, otra superviviente, que antaño mantuvo una estrecha relación contigo y que, todo hay que decirlo, no es la clásica damisela en apuros.

Tu misión en este nivel es llegar a un sitio seguro. El problema es que Boston está derruida, así que lo que antes era caminar en línea recta y girar un par de calles ahora se convierte en todo un periplo, en un viaje muy peligroso por las profundidades de la ciudad.

Joel no es Nathan Drake

Para superar obstáculos –muros que han caído, sitios elevados…- Joel puede agacharse y saltar, pero no tiene ni la agilidad ni las habilidades de su “hermano” Nathan Drake. Esto se nota en las animaciones del personaje, realistas, que reflejan lo que es un hombre joven y fuerte, pero con la torpeza propia de alguien que no es un superhéroe.

Joel no es un tipo tan hábil como el amigo Drake

Esta torpeza hace que puedas caerte por un abismo –aunque no es muy habitual, pues hay movimientos bloqueados- o que necesites ayuda de tus compañeras u objetos de tu entorno para subir a sitios elevados.

Joel tampoco es Drake en cuanto a habilidades de lucha. Unos pocos ataques bastarán para que tu protagonista muera, aunque a la hora de hablar de ataques conviene diferenciar primero entre los tipos de enemigos que te encontrarás en The Last of Us.

Los rápidos y los fieros

Si has estado al corriente del argumento de The Last of Us sabrás que el gran problema de la Boston retratada en el juego es que es una ciudad llena de infectados. Esta suerte de no-muertos eran amables personas que se han convertido en monstruos sedientos de sangre… pero más unos que otros.

Hasta donde he podido ver, The Last of Us cuenta con dos tipos de infectados: los runners y los clickers. Hay diferentes estrategias para matarlos o, simplemente, huir de ellos, y esta es una de las grandes virtudes del juego, pues no basta con ir adelante y acabar con todo lo que se te cruce. Conozcámoslos un poco más.

Los runners aún conservan atisbos de humanidad

Los runners son infectados recientes. Es por ello que aún presentan un aspecto muy humano, aunque no se andarán con chiquitas para atacarte. Como su nombre indica, corren, y esa es su gran ventaja: cuando te vean intentarán lanzarse sobre ti, cosa que suelen hacer en grupo. Lo bueno es que empujan y golpean, pero no muerden, bastará esquivarlos y atacarlos con cualquier arma o incluso con los puños para liquidarlos.

Por tu bien, mantente alejado de los clickers

Los verdaderamente peligrosos son los clickers. Estos infectados de segunda fase ya han perdido su aspecto humano  y te irán a morder a la mínima: un simple bocado será tu muerte. A diferencia de los runners son lentos y ciegos, por lo que se guían por el sonido. Así, lo que es un hándicap –al mínimo ruido se acercarán a ti- se convierte en ventaja si creas sonidos lejos de ti para despistarlos. Por ejemplo, si tiras una botella, los clickers irán al lugar del impacto y en ese momento podrás aprovechar para irte por el otro lado o para apuntarlos a la cabeza, pues, como los no-muertos de toda la vida, solo mueren si les revientas la azotea.

El gran coleccionista

The Last of Us no es un juego pensado para ser un héroe, un Rambo de extrarradio. Si vas a saco, sin pensar en una estrategia, runners y clickers acabarán contigo sin miramientos. El juego pone a prueba, más que tu habilidad en el combate o con las armas, el hecho de que seas una persona de recursos y sepas planear tu huida en cada situación.

Para esta planificación van a ser imprescindibles los objetos, presentes en todo el escenario. Por un lado encontrarás las clásicas armas: desde armas blancas como palos o bates, hasta armas de fuego con sus respectivas municiones. Pero cuidado, porque la munición es muy limitada (llegué a acumular 5 balas en una pistola y ya daba saltos de alegría) y las armas tienen desgaste, así que úsalo todo con cabeza.

Conviene explorar bien el escenario en buscas de armas y objetos

Por otro lado encontrarás objetos arrojadizos, que no sirven para atacar, pero que tienen una gran utilidad. En la demo me crucé varias veces con ladrillos y botellas, ítems ideales para lanzar cerca de los clickers y aprovechar su despiste para atacarlos por sorpresa y huir.

En tercer lugar encontrarás objetos que sirven para fabricar recursos: cintas adhesivas, tijeras, agua, vendas… Con ellos podrás fabricar desde un botiquín hasta prácticos cócteles molotov, sin olvidar la posibilidad de armas combinadas, algo que parece haber heredado de la divertidas saga de zombis Dead Rising.

Un miedo casi real

The Last of Us contará con un apartado gráfico excelente. El motion capture que se ha realizado para el juego consigue animaciones de los personajes muy logradas. Sus caras son mucho más realistas que las vistas en la saga Uncharted y no tienen ese acartonamiento visto en Heavy Rain.

La recreación del Boston destruido no le va a la zaga: las texturas de edificios y estructuras son de gran calidad y efectos como el agua corriendo son muy realistas.

Mención especial merece la banda sonora del juego. En el capítulo que he jugado los diálogos son escasos y se ha decidido prescindir de la música, dando todo el protagonismo a los efectos: extraños ecos en el metro, gritos de horror de los runners e indescriptibles sonidos guturales de los clickers consiguen que el terror y la tensión se nos metan en el cuerpo ¡Por fin horror real ante tanta moda de zombis en juegos de acción!

A veces el miedo se oye en la lejanía

¿El próximo superventas de PS3?

En mi corta experiencia con The Last of Us puedo asegurar que da lo que promete: altas dosis de emoción y una jugabilidad que pone más a prueba tus neuronas que tu agilidad con el mando.

Puede que estemos ante un juego scriptado, pero eso no es malo si lo que se nos cuenta consigue mantener nuestro interés y si se logra la sensación que hay más de una estrategia para conseguir tus propósitos.

18 de junio es la fecha en que Sony publicará The Last of Us, ¿Se ganarán Joel y Ellie el cariño de los fans, como antaño hizo Nathan Drake?

Y tú, ¿te vas a comprar The Last of Us?

Maria Baeta

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