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Conecta tu ordenador al televisor

Abel Bueno

Abel Bueno

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Gracias a los programas reproductores multimedia, como Boxee, al que hemos dedicado una serie de tutoriales, el ordenador ha pasado a ser el centro del entretenimiento audiovisual en el hogar. Así que es hora de que el televisor reclame de nuevo su trono

En este artículo, vamos a enseñarte la manera de conectar tu equipo de sobremesa o portátil al televisor, para llevar todos tus contenidos al salón de tu hogar y disfrutar así de ellos con los tuyos.

Vamos a tomar como referencia para nuestro tutorial los ordenadores portátiles, ya que por cuestiones de portabilidad son los que suelen conectarse a la televisión. Sin embargo, los consejos que os daremos son aplicables a un PC de sobremesa o a un ordenador mini, ya que cuentan casi siempre con las mismas salidas para vídeo y audio.

Entradas y salidas

Como hace poco que tratamos un caso similar a la hora de conectar un ordenador portátil a un monitor para convertirlo en nuestra pantalla principal, simplemente te refrescaremos la memoria: el primer y más importante elemento que has de revisar es la salida y entrada de vídeo correspondientes al equipo y a la televisión respectivamente.

En algunos casos, un cable con los extremos adecuados te bastará para llevar la señal del equipo a la televisión; en otros, necesitarás además un conversor para que llegue a su destino de forma correcta.

Primero vamos a ver cuáles son las salidas de vídeo más comunes:

S-Video

También conocido como Y/C, es un estándar de conexión que transporta una doble señal: de luminancia y de crominancia. Es muy común en todos los televisores y ordenadores, y requiere de muy poco desembolso: un sencillo cable macho/macho para la señal de vídeo, y un doble RCA (los típicos en rojo y blanco) para el audio. Su calidad de imagen y su resolución han pasado a ser obsoletas en televisores de los últimos diez años.

VGA / MiniVGA

Este estándar tanto de conexión como de resolución de pantalla apareció en 1988 pero sigue en vigencia hoy en día en ciertas áreas. En la de los televisores, que es la que nos interesa, resulta insuficiente para monitores HD pero vale para el resto. La versión MiniVGA cuenta con las mismas características pero el conector fue reducido para optimizar el espacio en portátiles.

DVI

Fue el primer estándar en interfaz de vídeo no analógica y, aunque no está tan extendido, cumple mejor con el cometido de enviar la señal a monitores TFT o, como es el caso, a pantallas de televisión digitales. La principal ventaja de esta conexión es que existe en tres variantes para adaptarse a todo tipo de televisores: DVI-A, que envía señal analógica como el VGA; DVI-D, que hace lo propio con la señal digital, y DVI-I, que envía ambos tipos de forma simultánea. Éste último es el que suele venir integrado con las tarjetas gráficas de los portátiles, permitiéndote así conectar la señal a una televisión sin entrada digital mediante un adaptador DVI a VGA.

HDMI

Es una de las conexiones más recientes y rápidas en implementarse, y se ha convertido en el estándar de facto en la actualidad para televisores de alta definición. Mejora respecto a los anteriores al integrar en un mismo cable la señal de vídeo y audio, y hace más fácil que nunca conectar tu portátil a la televisión. Sin embargo, sólo televisores Full HD pueden aprovechar realmente la calidad de imagen que ofrece, y sólo los portátiles más recientes lo llevan integrado de serie.

DisplayPort

Surgido en 2006 por convención de la VESA (Video Electronics Standards Association), este conector vive como competencia, y a la vez como complemento, del estándar HDMI. Al igual que éste, transporta simultáneamente la señal de imagen y sonido, y se ha consolidado más en el terreno de las computadoras que en el de los televisores. Como añadido, mencionar que existe una versión de menor tamaño llamada Mini DisplayPort, que es la que figura como única salida de vídeo posible en todos los portátiles Macbook y Macbook Pro, y en los iMacs de la marca Apple.

Respecto a las conexiones de entrada, además de las ya mencionadas como salidas de vídeo, existen algunos formatos más propios de televisores que aún se siguen utilizando

Vídeo Compuesto

Una de las conexiones de vídeo más antiguas, que ofrece una calidad bastante pobre en televisores LCD, pero que aún se utiliza en televisores de tubo catódico, es decir, en las viejas pantallas analógicas. Muchos lo conoceréis como el cable de cabezal amarillo dentro del racimo de tres RCA, que incluye también el blanco y rojo para el audio.

Vídeo por componentes

Algunos modelos de televisores contaban con una conexión analógica más avanzada que el único cable compuesto de vídeo. En este caso, el vídeo llega mediante la señal de tres cables de color rojo, verde y azul, que llevan distintas combinaciones de luminancia y crominancia a fin de mostrar una imagen de mejor calidad. Existen dos variantes de señal: RGB y YUV, pero ambas disponen de la misma entrada en el televisor.

SCART

Más conocido por todos como el cable Euroconector, viene de serie en todas las televisiones desde hace casi veinte años. Transporta en un mismo cable la señal de audio y vídeo, pero ha ido quedando obsoleto por su baja definición, a favor de otros formatos como el HDMI. Como curiosidad, fue un estándar impuesto por ley en su país de origen, Francia, pero se acabó extendiendo incluso en el mercado asiático.

Las conexiones

Dicho todo esto, podríamos estar disertando sobre las posibles combinaciones de cables, adaptadores y conversores de señal para cubrir todos los tipos de entradas y salidas. Sin embargo, para mayor comodidad, hemos preparado una tabla anexa que las recoge y propone las soluciones más simples y fáciles de encontrar. En esta tabla hemos considerado los casos que merece la pena reseñar, descartando a su vez aquellos que perderían demasiada calidad de vídeo.

Las soluciones que os ofrecemos se dividen en tres categorías: cables de conexión directa, como los que transportan la señal entre salidas y entradas del mismo tipo; adaptadores de señal, que transforman entre distintos tipos, a veces con alguna pérdida de calidad por el camino; y finalmente, conversores mediante procesado, que suelen tomar la forma de codificadores de señal. La particularidad de estos últimos es que requieren procesar la señal completando y ampliando su información para ajustarse a lo requerido por el formato de entrada de TV. Es lo que sucede, por ejemplo, cuando deseas convertir una señal de S-Video a VGA.

En algunos casos, la conexión entre formatos no es simple y requiere varios pasos, es decir, convertir la señal primero a un formato y usar otro adaptador para convertirlo a un tercero. Conviene que sepas que estas conversiones suelen perder calidad, así que hay que evitarlas a no ser que sea estrictamente necesario.

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Todas las soluciones aquí expuestas se pueden encontrar en tiendas de electrónica, tanto comercios tradicionales como por Internet. Existen cables y adaptadores de infinidad de marcas, por lo que resulta difícil decantarse por una; pero eso sí, buscad siempre que ofrezcan unas mínimas garantías de uso.

Esperamos que con esta información tengáis claro el proceso para conectar vuestro portátil o equipo de sobremesa a la televisión y disfrutar de películas o series en la comodidad de vuestro sofá, ya sea con Boxee o cualquier otra aplicación de reproducción.

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